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Daniel Potes Vargas

OPINIÓN

Tulueños que descuellas Edicion 432


Manuel José Londoño Valencia

Los melómanos recuerdan a Espumas como templo de la música de calidad en Tuluá, tierra de cuanto ruido y alboroto hay en el universo. Don Antonio Londoño Gallego, de Pereira, era el sacerdote de ese buen gusto musical y padre de Manuel José, actual Revisor Fiscal de la Cámara de Comercio de Tuluá. Hijo de Sofía Valencia Restrepo, es el jefe de contabilidad de Nacho Martán.
Manuel salió como Contador de la Uceva cuando era Decano Rodrigo González y Carlos María Lozano Colonia rectoraba la institución. Casado con Luz Stella Jaramillo Marín, Manolito, como lo llaman sus amigos, es padre de Juan Manuel, de José Miguel y de María Camila. Muestra y demuestra que Tuluá, entre otras cosas, es tierra de abogados y contadores, no de historias solamente, sino de columnas de activos y pasivos

Jaime Hernán Martínez Sandoval.


Cuando Gustavo Bolívar Moreno, autor de El Capo, aseguró que sin tetas no hay paraíso, el ilustre médico cirujano plástico Jaime Hernán Martínez, dijo, “lo apoyo.” Pero no sólo de pechos o caderas vive un profesional así, remodelando anatomías variables. Este hijo de Andrés Martínez y de Alba Sandoval Soto, comenta que Cantalia y el Hércules tulueño Antonio Ochoa introdujeron las pesas a Tuluá.
A su padre le decían Cantalia porque cuando manejaba su taxi, al no tener radio, cuando los pasajeros le pedían música, cantaba los boleros de Alfonso Ortiz Tirado.
Es hermano de María Cristina, de Andrés Alberto, arquitecto y de Harold, Ingeniero Químico, gerente de la Harinera del Valle en Bogotá. Egresado como médico de la Libre de Cali en 1985, salió del colegio San Juan Bosco, de los salesianos tulueños en 1973. Pertenece a una familia que es cruce de apellidos de Tuluá. Es sobrino del poeta Guillermo E. Martínez Martínez y como lo pinta el genial caricaturista Jorge Restrepo Hernández, es un escultor de las formas femeninas.
Alumno de ex-alumnos de Ivo Pintagy es un estudioso de la academia y el rigor de la cirugía plástica, que según él ha caído en manos de charlatanes con peligro para la salud pública. Organiza cada año el Desfile de autos antiguos durante el certamen ferial de Junio, como una caballería prehistórica de la mecánica. Dice que las pesas en la época de Ochoa eran con tarros rellenos de cemento, rocas y troncos. Este tulueño que se especializó en Sao Paulo, Brasil, tiene un precioso Centro de cirugía plástica en el barrio Nuevo Alvernia.