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Daniel Potes Vargas

OPINIÓN

Tulueños destacados edición 568




Adonaldo Russi Russi

Hijo de Salvador Russi Coy y de Saturia Rusi Russi, es el menor de cinco hermanos. Cursó su primaria entre escuelas de La Marina y la Tomás Uribe Uribe de Tuluá, cuando era rector el abogado y pintor impresionista Jorge Urriago Solano. Casado con la docente María Cenelia Orjuela Russi, autora de una Monografía de Barragán y Santalucía; es padre del administrador de empresas Raúl Andrés y de la Agrónoma de Unicaldas, Nora Isabel.
Cree que lo peor de Tuluá es su inseguridad y lo mejor, su gente. En Barrancabermeja fue director de la Uso y topógrafo del Incora en el Huila. Considera que Monsieur, Arturo Cruz Aparicio, llevó a su máximo esplendor al Gimnasio del Pacífico, en contraste con su decadencia actual.
Contador de la Uceva, ha ejercido su profesión con el brillo de los barragueños en el mundo. Fue gran amigo del fotógrafo artístico Jaime Herrera Barrera y del pintor Diego Fernando Bedoya, cuyos óleos sobre la divina belleza de Barragán embellecen su casa en el mítico barrio Céspedes.


Ligia Emma Tascón Cruz

Esta bella Psicóloga del signo Virgo, es hija del ganadero Toño Tascón y de la abogada Sonia Herminda Cruz, quien en sus días juveniles fue símbolo sexual de Tuluá. Casada con el ingeniero civil Alejandro Ávila Restrepo, es madre de una legítima princesita, María José Ávila Tascón. Graduada en la Universidad de Manizales, fue danzarina de ballet clásico bajo la orientación de la profesora Amparo Silva. Hizo su bachillerato entre el colegio Nazareth de Tuluá y un colegio de secundaria en Cuba, donde estudió a fondo el ballet clásico. Ligia Emma hizo su primaria en la tradicional escuela Julia Becerra, que lleva el nombre de una docente dorada de Tuluá.

Tulueños destacados Edicion 566



 Orlando Amaya P.,  Pintor y Escultor
 Orlando Anapa Paredes, hijo del tenor Paco y de la mezzosoprano  Esneda, quiere ser más recordado como pintor y escultor que como rector de colegios. Inicialmente trabajó sobre lienzo, sobre acrílico y sobre madera. Ese mundo de canvas es bello pero lo dejó al poco tiempo. De tendencia figurativa, su paisaje es el ser humano, hombre o mujer. Su arte tiene inspiración erótica y es poco paisajística. Para la escultura de tipo pop art, comenzó a trabajar con palitos y tapitas, para hacer algo moderno y original. Todo lo usaba para los fines escultóricos, botones, pedacitos de cuero y trozos pequeños de madera.
Tiene una persona que le vende sus cuadros en Roma y ya vende por internet. Elegante y barbado como un profeta del Valle del Cauca, Orlando va entre cuerpos y penumbras, entre sombras e iluminaciones, llenando de arte esta tierra de cromías rojas.


Ciro Morán Materón
Este ilustre escritor de textos sobre Derecho internacional es un tulueño medular telúrico. Su primaria la hizo en la escuela Anexa y su bachillerato en el mitológico Gimnasio del Pacífico. Abogado de la Universidad Libre de Bogotá, este internacionalista es igualmente un destacado atleta, ganador de múltiples maratones. Presidente fundador del Colegio de abogados de Tuluá fue profesor fundador de la Uceva y asistió a los capítulos iníciales e históricos de su creación y desarrollo. Su experiencia laboral llenaría varios folios al ser detallada pero desde su condición de juez hasta su participación en múltiples seminarios y ponencias internacionales, la vida y la obra de Ciro Morán es un destacado esfuerzo y una entrega notable a la sabiduría jurídica. Su hijo Ciro Alexander es igualmente un destacado litigante, ex-juez y gran futbolista. Ha publicado en Revistas especializadas en temas jurídicos de la Uceva y es autor de siete libros que han logrado analizar temas delicados y sutiles como los diferendos de Colombia y el Derecho internacional humanitario, en cuyos asuntos teóricos y filosóficos es una auténtica autoridad de renombre nacional. Ciro Morán Materón es hijo epónimo de esa barriada entrañable de Tuluá, el barrio Popular, donde vive con su esposa, jurista también como él. Como atleta y como jurisconsulto, el Dr. Ciro Morán Materón es un orgullo de y para Tuluá.