GEWB

Daniel Potes Vargas

OPINIÓN

Tulueños que descuellan Edicion 469

Zabulón Gálvez Giraldo


Hijo de Zabulón Gálvez Arias y de Carmen Emilia Giraldo Giraldo, es, al lado de Guillermo Carvajal, Alberto Coy y Carlos Alberto Potes Roldán uno de los cuatro caballeros del aire que no ha declinado en su fervor por recuperar el aeropuerto de Farfán. Arquitecto de la Nacional de Bogotá y músico al lado de Argemiro Potes Correa y Edgar Hernández, Zabulón es un viajero impenitente por el mundo.
Alumno del legendario Carlos Martínez cree que la frase de Ciro González Martínez tiene sentido, una ciudad sin aeropuerto es un pueblo y un pueblo con aeropuerto es una ciudad. Casado con Martha Luz Pardo, es padre del rockero Carlos Andrés, del ingeniero mecánico Juan Pablo y de la arquitecta Sandra Jimena, de la San Buenaventura de Cali. Se levantó en el barrio Céspedes. Farfán, según Zabulón es el monumento al olvido de los tulueños que debieran hacer de su aeropuerto una alternativa para viajes domésticos a capitales cercanas. Cree que el mejor ejemplo en Colombia es el Olaya Herrera de Medellín, que no se desplomó con la creación del José María Córdoba de Rionegro. Zabulón es hermano de Noel, Óscar, Eduardo, Raúl, Mariela, entre otros.




Jaime Montoya Candamil



Como en su vida todo es literatura, lo llaman hijuecura. Según la leyenda, es vástago de un fraile franciscano. Para corregir la desmesura propia de los locales, Jaime dice que es hijo de Jaime Montoya y María Candamil. Estudio Derecho en la Gran Colombia de Bogotá, tras haber laborado en Inravisión y obviamente, haberse graduado en el Gimnasio del Pacífico. Gran amigo de Rodrigo Lloreda Caicedo y del cardenal Alfonso López Trujillo, este tulueño ha publicado los siguientes libros: Vivencias de un mundo en convulsión, Manuel Mejía Vallejo; vida, obra y filosofía literaria, En Pie de guerra, Momento histórico de paz, Días de amor y amándose, El amor crea mundos, Masonería íntima y Derecho romano, General y personas. Este orejón nacido en 1951 litiga en Bogotá. Locutor y declamador de profesión, sobre Jaime se ha escrito un libro: Montoya Candamil, escritor y creador literario, de Duqueiro Bermúdez. Jaime ha obtenido muchos premios literarios.
Su obra Secretos de escritores es un valioso haz de entrevistas con creadores literarios de Colombia y América Latina.

Tulueñerias Edicion 468

Mis recuerdos de una novela
Corría el año de 1971 y en un callejón perpendicular a la calle Sociedad de Murcia, en el sureste español y de laberinto árabe, había una gran librería. Allí, en su enorme vitrina, vi el primer ejemplar que había publicado José Vergés, en la colección El Áncora y el Delfín de la editorial Destino de Barcelona, el primer ejemplar de Cóndores no entierran todos los días. Un precinto que llevaba el ejemplar daba cuenta del premio Manacor que había obtenido mi paisano Gustavo Álvarez Gardeázabal. Había recibido el galardón por tal relato que luego sería llevado al cine por Francisco Norden con Frank Ramírez en el papel de León María Lozano e Isabel Corona en el papel de Gertrudis Potes Domínguez, la valiente ex –alcaldesa de Tuluá.


La dinámica consensual
Carlos Hernán Mena Lozano, apoyado por nuestro entrañable Denny Osorio Villada y José Hernán Gómez, llamado afectuosamente por los suyos Chepe, son los dos bordes de la estructura consensual que aspirará llevar al poder al sucesor del movimiento Somos Tuluá. Un anterior miembro de este conjunto, Rodrigo Guzmán Dávila, irá hasta el final con su fervor y sus recursos.

Obra de Omar Franco Duque
El historiador tulueño verá publicada dentro de poco una obra financiada por la administración de Rafael Palau Salazar sobre la evolución política y administrativa de nuestro municipio. Puedo asegurarles que es un libro de gran valor documental e informativo.

Jorge Homero y Diego Holguín Parra arremeten de nuevo
El líder nacional de origen andaluz no ha declinado, para nada, sus fervores de aspiración a la silla del Palacio de San Francisco en Cali. Con más bríos, amigos, recursos y entusiasmos que nunca, montará la enorme maquinaria que le permita cumplir su cometido. Diego Holguín sería uno de los más firmes candidatos a la Secretaria de Obras del departamento. Igualmente el ex –secretario de obras de Tuluá aclara que hubo un malentendido con relación a su hipotética vinculación al movimiento del también ingeniero Gustavo Vélez Román. Comenta que aunque tiene una buena relación amistosa con la familia Vélez Román, sigue fiel a Somos Tuluá

Tulueñerias Edicion 467

Las orejas ven, los ojos oyen
Como la lengua kilométrica de los tulueños es terrible y lo que no es cierto lo complentan a martillazos, algunos comentaron que en la administración de Rafael Eduardo se taponaron lo orificios del puente Lozano Lozano. En puridad de verdad, fue en otra administración que se hizo ese despropósito, siguiendo el alcalde de la época las sugerencias de algún "técnico" de los tantos que hay en Tuluá.



Felicán advierte
Nuestro dilecto amigo, el veterinario Félix García Uribe., advierte sobre los peligros de contratar los servicios de los denominados veterinarios puerta a puerta. Con productos de extraña calidad y sin la academia necesaria, sus ofertas profesionales no son del mejor rango. Aunque el derecho al trabajo es algo constitucional, los dueños de mascotas deben pesar y sopesar esas ofertas.



La calle del humo y la manteca
El borrachín Ortiz, gordiflón y tumbador de sus alumnos a los que vendía sus textos frívolos como si fueran material de apoyo, asegura que sus flatulentos renglones cambiarán la historia de su pueblo. Incapaz de atender a sus clientes o víctimas, el muy bribón se buscó el amparo de una loca ruidosa para que lo nombraran párroco de una asignatura que creó en el tiempo El Estagirita. Con quimbas y mochila, hediondo a grasa de manteco, no logró que sus renglones hallaran eco en su poblado y como nadie ha inventariado sus trapisondas, seguirá así hasta que el flaco Escobar lo rasure en público. Escobar afirma que tal día saldrá corriendo el tumbador Ortiz porque no soportará ver su propia cara. Eso comenta el que fue juez.



Palau consensual
Rafael Eduardo espera respetuosamente que del espíritu de unión del consenso que elegirá al candidato de Somos Tuluá, brote la persona que entrará a la arena de los gladiadores electorales. La semana pasada recibió el aval del partido de la U, José Germán Gómez. En el horizonte, Rodrigo Guzmán Dávila seguirá hasta el final y la contienda de ellos dos será contra Gustavo Vélez Román por llegar a la primera posición municipal.



Harold, sobrino de ilustre
Nuestro querido amigo, Harold Arbeláez Herrera, es sobrino de dos luminarias de las ciencias jurídicas, el Dr Hernán López Ramírez y su hermano el ilustre lector y experto en casaciones, el Dr Arturo López Ramírez. Él sigue adelante con favorabilidad, en su aspiración a la Asamblea del Valle, a la cual aspiran igualmente con éxito Wilber Murillo Hoyos y Juan David Cruz.


Tulueños que descuellan Edicion 467



Camilo Torres Arana


Hijo de Ramón Elías Torres Penilla y de Ernestina Arana Alegría, es uno de los 11 hijos de ese matrimonio. Hermano entre otros, de Napoleón y Hernán Alonso, guionista de Perro come perro y de la concejala, Gladys Torre Arana. Es el mayor de los menores y el menor de los mayores. Gimnasiano, cuando era rector el matemático Guillermo Obando Moreno, estudió Arquitectura cuando era Antanas Mockus el rector de la Nacional de Manizales. Considera que en Tuluá hay grandes arquitectos como Rodolfo Ramírez, Luis Eduardo Agiar, Daniel Victoria Valderrutén, Fernando Gálvez Giraldo y Andrés Martínez Sandoval. Trabajó una tesis sobre una ciudad de 15 mil habitantes. Es hermano del ingeniero civil Jorge Humberto y lector de Arthur Schopenhauer. Es padre de Camilo, Cristian, Juan Camilo , Laura , Santiago Manuel y Tina María y gran melómano y bailarín.




Alfredo Mosquera Pérez, El Ñato.


Este apodo se lo puso Monsieur, Arturo Cruz Aparicio, cuando era rector del viejo Gimnasio del Pacífico. Alfredo es hijo de Pedro Antonio Mosquera, opita y de Bárbara Pérez Aguilar, cartagüeña. El menor de seis hermanos, Alfredo estudió su primaria en la escuela Tomás Uribe Uribe. El Dr Guillermo Obando Moreno le enseñó Química e hicieron una locura con un experimento de electroimanes. Le enseñó Educación Física Pablo Emilio Porras. Considera que José Murcia fue el mejor profesor de Banda de Guerra que hubo en Tuluá, así como de baloncesto. Ha tenido bajo su formación a muchos atletas de alto rendimiento en Tuluá, como el velocista Yimilton Rivas. Acompañó a Carlos Alberto Potes en la creación del Departamento de Educación Física de la Uceva, donde fue profesor mientras era alumno. Es Alfredo uno de los grandes fotógrafos de Tuluá. Oía aullar a Julio Lobo en la 33 con 32, en el barrio Victoria, donde nació. Gran amigo del anecdótico Campo Elías Gutiérrez, cree que los directores del Inder deben ser igualmente administradores y expertos en temas deportivos y ofrecer a la juventud buenos pedagogos y entrenadores. Con su grupo de teatro, este profesor de danzas puso en escena muchas obras de Luis Enrique Osorio, como Toque de queda y Préstame tu marido. Ha sido juez y entrenador internacional de atletismo e igualmente fue fundador de la Normal Central Femenina de Tuluá.

Tulueños que descuellan Edicion 466



Miguel Ángel
Gómez Martínez
Aunque nació en Primavera, donde nacieron tantos terribles fue bautizado en Trujillo y se considera persona cívica. Hijo de Miguel Ángel Gómez Gutiérrez y de Efelmina Martínez Mesa, se graduó en la Uceva como abogado con una tesis sobre Los Derechos políticos y civiles de la mujer, cuando era rector Carlos María Lozano Colonia. Siendo estudiante era al tiempo concejal de Tuluá. Aunque prefiere aclarar soterradamente que nació en Cristales y tiene cédula de ciudadanía de Tuluá. Este concejal por cinco periodos consecutivos tiene grandes amigos como Héctor Fabio Rojas, Hernando Córdoba Arbeláez, Ferney Gálvez Arias (estos dos ya fallecidos), de quien prepara una biografía y Jesús Salcedo Usma, entre otros. Gran amigo de Rodrigo Lloreda Caicedo, Gómez, ha sido docente de Derecho Constitucional y Derecho de familia, condecorado por la Uceva. Este político tulueñizado fue el primer conservador que apoyó a Gardeazábal.











Luis Omar
Correal Palacio
Este Psicólogo de Jericó, Antioquia, recibió el más extraño título que alguien haya llevado en Tuluá, Psicólogo del icopor. Hijo de Luis Alfonso Correal Mesa y de Socorro Palacio Alzate, Luis Omar enseñó Lógica y Teoría del conocimiento en la Universidad de Medellín. Tercero de catorce hermanos, vino al Valle del Cauca procedente del pueblo con los cielos más azules del mundo, como lo dijo otro jericoano, Manuel Mejía Vallejo. Estudió en el Centro de Investigación y Planeamiento Administrativo de Medellín, Ceypa. Allí fue profesor. Este esposo de Carolina Viveros Patiño y padre de Sebastián, Sara, Luis y Manuela, llegó al Valle en 1986 y a Tuluá en 1989. Tuluá fue una opción comercial para él, que había sido instructor canino. Docente en varias universidades como la Luis Amigó o la San Buenaventura. , Luis fue concejal de Tuluá del 2001 al 2003. En Tuluá ha podido ejercer altos grados de libertad y creación personal. Personaje de un cuento de Álvarez Gardeazábal, Luisito como lo llaman sus amigos, aporta al trabajo y al ate en Tuluá. Educado en escuelas y colegios de Jericó y Envigado, Luis vive feliz en esta tierra del