Pachito y el hermano del Filósofo.
Pachito Girón Ocampo es otro de los que están en la baraja de alcaldables. Su óptima labor al frente de la cultura tulueña lo hace acreedor a una dosis de confianza sobre el particular, al igual que el ilustre José Edier Cardona del Río, actual gerente de Infituluá. El hermano del filósofo Juan Leonardo es otro de los nombres que se barajan en esta precoz e inmensa baraja de aspirantes. La lista completa de ellos no está definida. Los iremos citando y comentando. Crece la audiencia, como en el poema de Jorge Zalamea.
Wilber Murillo Hoyos.
Este carismático líder transportista también ha sonado en la inmensa y compleja baraja de aspirantes a la alcaldía de Tuluá. Líder religioso y experto en asuntos de transporte, ha logrado para Coopetrans acuerdos sobre transporte empresarial, turístico y escolar. Todo con las debidas autorizaciones y licencias. Este aspirante a la Asamblea del Valle, marcha con los mejores pasos hacia su posición como colegislador vallecaucano, en medio de sus asambleas evangélicas y comunitarias.
Rosa Adiela, una flor notarial.
La actual Notaria Primera de Tuluá vendió arepas de choclo en las Galerías de Tuluá. Ahora es profesora de Sucesiones en la Uceva y ha hecho de la Notaría Primera algo bien ordenado, funcional, de buen trato a empleadas y público, con un toque fuertemente femenino. Venció en franca competencia a muchos aspirantes. Admiradora de su señora madre, la notaria sigue adelante para brindar a Tuluá una Notaría con todos los criterios de la modernidad. En próximas notas comentaremos su biografía.
Ducor.
Hace quince años en Tuluá la actividad inmobiliaria era prácticamente algo inexistente. En una ciudad comercial y poco industrial, Ducor, creación del ex concejal y abogado Luis Alberto Duque Durán, llenó ese vacío y comenzó a prestar los servicios de ese tipo que nuestra localidad requería. Tuluá, ciudad de casas y motos, necesitaba una empresa seria y organizada en tal sentido. Con sus Departamentos de Arrendamientos y mantenimiento, de ventas y avalúos, de Jurídica, de Contabilidad y Cartera, de Construcción y reparación, de mudanzas y embalajes, de recepción, mensajería y gerencia, su organigrama empresarial es todo un ejemplo del tesón tulueño, del fervor de sus gentes por elaborar cada vez mejor las cosas y hacer de esta ciudad legendaria en tantos aspectos, un municipio completo y moderno.
Pachito Girón Ocampo es otro de los que están en la baraja de alcaldables. Su óptima labor al frente de la cultura tulueña lo hace acreedor a una dosis de confianza sobre el particular, al igual que el ilustre José Edier Cardona del Río, actual gerente de Infituluá. El hermano del filósofo Juan Leonardo es otro de los nombres que se barajan en esta precoz e inmensa baraja de aspirantes. La lista completa de ellos no está definida. Los iremos citando y comentando. Crece la audiencia, como en el poema de Jorge Zalamea.
Wilber Murillo Hoyos.
Este carismático líder transportista también ha sonado en la inmensa y compleja baraja de aspirantes a la alcaldía de Tuluá. Líder religioso y experto en asuntos de transporte, ha logrado para Coopetrans acuerdos sobre transporte empresarial, turístico y escolar. Todo con las debidas autorizaciones y licencias. Este aspirante a la Asamblea del Valle, marcha con los mejores pasos hacia su posición como colegislador vallecaucano, en medio de sus asambleas evangélicas y comunitarias.
Rosa Adiela, una flor notarial.
La actual Notaria Primera de Tuluá vendió arepas de choclo en las Galerías de Tuluá. Ahora es profesora de Sucesiones en la Uceva y ha hecho de la Notaría Primera algo bien ordenado, funcional, de buen trato a empleadas y público, con un toque fuertemente femenino. Venció en franca competencia a muchos aspirantes. Admiradora de su señora madre, la notaria sigue adelante para brindar a Tuluá una Notaría con todos los criterios de la modernidad. En próximas notas comentaremos su biografía.
Ducor.
Hace quince años en Tuluá la actividad inmobiliaria era prácticamente algo inexistente. En una ciudad comercial y poco industrial, Ducor, creación del ex concejal y abogado Luis Alberto Duque Durán, llenó ese vacío y comenzó a prestar los servicios de ese tipo que nuestra localidad requería. Tuluá, ciudad de casas y motos, necesitaba una empresa seria y organizada en tal sentido. Con sus Departamentos de Arrendamientos y mantenimiento, de ventas y avalúos, de Jurídica, de Contabilidad y Cartera, de Construcción y reparación, de mudanzas y embalajes, de recepción, mensajería y gerencia, su organigrama empresarial es todo un ejemplo del tesón tulueño, del fervor de sus gentes por elaborar cada vez mejor las cosas y hacer de esta ciudad legendaria en tantos aspectos, un municipio completo y moderno.
