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Daniel Potes Vargas

OPINIÓN

Tulueñerias Edición 435

Urcuqui otra vez
Con su Fundación Un feliz atardecer, Harold Urcuqui Guzmán, quien casi debe ver una procesión de beatas orejonas veringo por culpa de una apuesta con Franklin Alférez, comenta que cede su aspiración al Concejo de Tuluá a su querida amiga Érica Marín Restrepo. Ella tendrá el apoyo en tal sentido de Luis Alfonso Cruz y de Supermán García de la Cruz. A este movimiento se sumarán Carlos Guillermo Palomino y Alfonso Castellanos. Comenta Harold que él no vende sustancias uribistas como comenta don Édgar Bravo ya que él no sabe cuáles son esas drogas.

Luis Edíver Sánchez Toro
Este aliado del alcalde Rafael Eduardo Palau nació en El Águila, donde su padre fue alcalde. Luis Edíver Sánchez Toro es hijo de Luis Eduardo y de Pérsides. Es el cuarto de siete hermanos. Abogado de La Libre de Pereira, Luis Edíver fue Jefe de Ejecuciones Fiscales, Director de Tránsito y Transporte y Sugerente de Apuestas del Valle, entre otros. Casado con Esperanza Andrade de Ortiz, es padre de la odontóloga Lina María y de la economista Catalina. Varias veces concejal de Tuluá, fue gran amigo de Rodrigo Lloreda Caicedo este actual Director Operativo y Administrativo de Transportes Salónica, Cunchipá y Líneas del Valle.

Palau otra vez
En bandeja se sirvieron aquellos que atacaron a Rafael Eduardo. Como me decía él en diálogo informal, independientemente de aquellos que lo agredieron en su imagen a través de Facebook, me comentaba que la oposición no debe ser irracional y carente de argumentos. A nivel de Concejo, Asamblea o Parlamento, quienes critican y se oponen, tema saludable en sí, intrínsecamente, deben proponer soluciones, alternativas viables y sólidas a posibles falencias de una gestión.
Nadie es perfecto y si en lugar de insultar buscaran o propusieran agenciamiento de recursos o ideas y proyectos para la comunidad sería mucho mejor que tener problemas con las autoridades y quedar como resentidos sociales o amargados por la envidia.

La 25 de Jaimito
Jaime Martínez Correa, el hijo de Antonio Martínez Holguín y de Esneda Correa, comenta que su padre construyó el muró que contenía la legendaria Quebrada de Las Patisucias. En Playas, barriada que Mr Holton en inolvidable libro llamó así por las huellas playeras que el del rio Tuluá había dejado en ese sector occidental, vive este Jaimito el Cartero que fue el mensajero postal más veterano de Tuluá. Considera que en ese juego de roles entre Administraciones y cultura ciudadana salen perdiendo las aceras. La 25, que tiene vida a las tres de la tarde o a las tres de la mañana, se llenó de invasiones en sus aceras. Cualquiera monta su tienda de campaña y nada queda para el peatón. Muchas veces no hay suficiente control. Otras, la cultura comunitaria es mínima y su insolencia es máxima.