tulueñerias 382

Marcelino, el inefable.
Mi parientico Marcelino Ayala Ocampo es único en Tuluá. Bacteriólogo de la Universidad de Manizales, no cesa en su empeño. Sabe que habrá gallos como Gustavo Vélez Román, Dieguito Holguín Parra, Denny Osorio Villada, entre otros. No obstante, me comenta, "Danielito, si fallé para las de alcalde y concejal, me preparo ahora a fondo para las presidenciales". Lo miro para ver si oí bien. "Si, me dice, estoy aburrido del tono santurrón del paisita de Salgar y a Fajardo le dañó las cuentas". Así las cosas, Tuluá es irrepetible.
Harold y Nebardo
Harold marcha fuerte en su ruta hacia la Asamblea. Tiene un diccionario propio: "Vagipaciente", "Vagicueva", "Vagimóvil", "Vagilobo". Las enfermeras juran y rejuran que los aullidos del gran protegido de Haritold no son tan terribles.
En Tuluá no cae nieve pero sí se saturan las noches con los recorridos de Nebardo, que sale a ver qué vagineto hay mal puesto, qué novio se fue de ruta para consolar la soledad de las abandonadas. Así se curan muchas cosas.
Mi libro sobre Isaacs
Devoto estudioso como he sido desde muy joven de la obra del caleño, recibí el honroso encargo de elaborar un libro sobre la flora y la fauna en María y El Alférez Real. Las obras del caleño que murió en Ibagué y del roldanillense que murió en Cali, se verán exploradas aquí desde el ángulo de los bienes naturales. Por vez primera se hace una relación de las plantas, arbustos y árboles, así como de los animales que pueblan los relatos de Isaacs Ferrer y Eustaquio Palacios. La obra será presentada en el Salón de Actos de Inciva, hacia Octubre.
Las escarapelas de Carecartón
Circulan ya banderines y botones con el nombre de Miller Franco, el inefable Carecartón. "Será que el destino lo tiene reservado para que coadministre desde el hemiciclo edilicio, la vida normativa de Tuluá." Chesterton, el dios de la novela inglesa, decía que: "Loco es aquel que lo ha perdido todo, menos la razón."