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Daniel Potes Vargas

OPINIÓN

Diego Alejandro Vélez Ríos

Diego Alejandro Vélez Ríos
Por: Daniel Potes Vargas

Hijo de abogada es probable que resulte abogado. Diego Alejandro es hijo de Julio Víctor Vélez Libreros y de la  Juez quinta Civil Municipal de Tuluá, Gloria Leicy Ríos Suárez.
Julio Víctor fue concejal en Bugalagrande y por ello Diego, que laboró cerca de nueve años con Centroaguas y fue su asesor jurídico, lleva la pasión política y cultural en su formación.  Es el menor de dos hermanos y cursó su primaria en el colegio San Juan Bosco. De la comunidad salesiana pasó al colegio San Francisco de Asís de los padres franciscanos, donde concluyó su bachillerato.
Una tesis llamada “Delitos de cuello blanco, soborno trasnacional”, lo hizo graduar con honores como abogado de la Uceva.
Gran amigo de Harold Arbeláez Herrera y de Fernando Caicedo Ochoa, Diego Alejandro es una de las cartas nuevas y valiosas del quehacer político de Tuluá.
Si en Bogotá hay “El solio de Bolívar” y en Cali hay “La silla de San Francisco” ¿por qué no puede haber en Tuluá “El taburete de San Bartolo”?.
Diego busca el camino para que el espacio ejecutivo que se avecina sea el mejor para esta ciudad abandonada  de su gobernante, que sólo vio en  el poder la opción de salir de pobre y dejar a Tuluá abandonada a su suerte. Correrán buenas aguas y también de las oscuras bajo los puentes de Tuluá, y Dieguito Vélez, líder  de grandes amigos, encontrará la entrada y la salida del laberinto.