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Daniel Potes Vargas

OPINIÓN

Una familia a carta Cabal

Por: Daniel Potes Vargas

Si en Tuluá hay Potes, Lozanos, Victorias o Martínez, en Buga hay Cabales y Azcárates, así con plural en el conjunto nombre (CN) como manda la RAE con relación a los apellidos. Hace poco cumplió su centenario la ilustre matrona bugueña Inés Cabal de Macías. En torno a esa fecha de júbilo para ambas familias, se congregaron sus hijos e hijas. En ese hogar, en ese fuego familiar y entrañable se reunieron Fanny, licenciada en Literatura y Lengua Castellana; Miguel, ex jefe del acueducto de Buga; María Nelly, de tantas dependencias en Buga; Inés, abogada, secretaria de gobierno de Buga y alcalde encargada de su natal ciudad en dos ocasiones y alcalde titular de El Cerrito, así como juez (jueza se dice ahora) de la república, casada con el jurista Jorge Vásquez Motoa; Ofelia María, higienista oral; Camilo, laboratorista químico de Celanese en Cali; David, con maestría en Producción de Ciencias de la comunicación; Arcadio, ilustre poeta, licenciado en Español y Literatura; Agustín, mecánico industrial; Alba Lucia, regente de Farmacia; y José, odontólogo y cirujano maxilofacial; al igual que sus 23 nietos, muchos de ellos con estudios profesionales, 27 bisnietos y 4 tataranietos.
Una familia así, tan fértil en descendencia y en afectos y valores, merece ser crónica de los capítulos bugueños, y honra y honra y prez de toda referencia a las familias cristianas y no disueltas en ese mar de anti valores de ahora, en ese océano grotesco que ha terminado siendo buena parte de la vida moderna. Si ello es posible, sólo queda desear para la matrona homenajeada, largos años más de vida, con lucidez y alegría al ver que tantos brotes se han encaminado hacia el bien y el servicio social de su amado centro del Valle del Cauca.