GEWB

Daniel Potes Vargas

OPINIÓN

Tulueños Destacados Edición 589

Roosvelt 
Rodríguez Rengifo 
Nacido en una ciudad cuyo parque tiene palmeras dietéticas y decretó que el mes de agosto es el del retorno; este político de talla nacional lleva como nombre el apellido de grandes de Estados Unidos, de presidentes.
Roosvelt nació en una ciudad que no es grande, en Bugalagrande, porque  la grande  es la otra, Buga la real, “larrial”, como pronunciaban antiguamente en el Valle. Egresado como bachiller del mítico Gimnasio del Pacífico de Tuluá, es un cincuentón que marcha triunfante hacia el Senado de Colombia. Especializado en Derecho administrativo y constitucional en la Universidad Libre de Cali, donde se hizo abogado, Roosvelt fue secretario de Tránsito y transporte de Cali. Se caracteriza por su nobleza, su serenidad y su amor por la cultura, por la literatura. Fue abogado investigador de Dancoop y su labor legislativa  lo ha llevado a ser brillante dentro del panorama parlamentario. Dilecto y predilecto  de la ex senadora Dilian Francisca Toro, Roosvelt (sin e después de la s) va en la nave victoriosa al lado de su co-equipero Rafael Eduardo Palau Salazar. Este abogado es muy apreciado por sus amigos de toda índole y catadura social.


Ignacio Cruz Ortiz 
Cercado por la tradición y la nobleza, este notario tulueño de Facatativá, es un ejemplo de hidalguía y capacidad intelectual. Hijo  de Mariela Ortiz y del ex senador y diplomático Ignacio Cruz Roldán, que fue un bacteriólogo alcalde de Tuluá, estudió en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en el San Juan Bosco, en el Externado de Colombia, en la universidad Jorge Tadeo Lozano y en la Alianza francesa de Marsella (France) y en el Abraham Lincoln Institute de San Juan de Puerto Rico.
Sus cargos son innumerables, pero esta es una breve relación de ellos: la Fiduciaria de Bogotá, el Concejo de Santafé  de Bogotá, Procuraduría general de la Nación, docente en la universidad de La Sabana , Avocat de la Societé civil professionelle en Le Mans, Francia; profesor de la Jorge Tadeo Lozano e investigador fiscal de la Contraloría General de la República, son algunos de los cargos públicos desempeñados con lujo de competencia por este ilustre y sencillo tulueño, pleno de nobleza y categoría humana. Hombre de grandes dotes intelectuales, es amante de las buenas lecturas y de viajar por el mundo al lado de su familia.
“Nachito”, como lo  llaman con cariño sus amigos, ha sido miembro del Tribunal deportivo de tenis de mesa en Bogotá. Muchos lo ven como una carta de lujo para ser alcalde de Tuluá.