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Daniel Potes Vargas

OPINIÓN

Tulueños que descuellan Edición 509



Fabio Bonilla González

Este hijo de Arbey Bonilla Sarmiento y de Asceneth González de Bonilla, es el primero de cuatro hermanos. Estudió en la Escuela Tomás Uribe Uribe y en el Gimnasio del Pacifico cuando era rector Guillermo Obando Moreno, el matemático. Casado con Carmenza González Marmolejo, es padre de Leonardo Fabio, Angélica y Daniela. Es Tecnólogo en Administración Municipal de la Escuela Superior de Administración Pública y especialista en Administración Pública del mismo centro docente. Compañero de estudios de Guillermo Lozano Palacio, laboró con la Contraloría Municipal en las administraciones de Aymer Arango Murillo, Ramiro Devia Criollo y Francisco Javier Gálvez Giraldo. Laboró en Bancali y como Asesor de Control Interno del Fondo financiero del Municipio de Cali y Gerente encargado del mismo. No ha tenido jefe político visible o reconocido. Actualmente labora como asesor del Municipio de Cali. Susana Sarmiento, su tía, fue dueña de la joyería La Marquesa. Sus primas Adelayda, Amparo y Gloria fueron famosas en su día por su belleza. Conoce muchas anécdotas de su abuelo Marcelino Sarmiento, joyero de La Potes y de Julio García Sarmiento, su tío, músico lleno de travesuras,  prefiere guardar para hacer un libro con ellas. Tuluá no tiene fin en su cantera anecdótica.  


Israel Hernández Suárez

Édgar Bravo le decía Santander y decía que era su mejor amigo, al lado de Urcuqui y Russi.  Así como comentaba que Harold el boticario vendía sustancias uribistas, anotaba que Santander era muy ordenado.  Hijo de José Carmelo Hernández Suárez y de María Isaura Suárez, es el quinto de seis hermanos nacidos en Santuario, Risaralda.  Padre de Sebastián y Nicolás, Israel tuvo tiendas en los barrios de Tuluá.  Cuando llegó de Risaralda le fue bien con sus tiendas en el Rubén Cruz y en El Porvenir.  Considera que a las Galerías no hay que cambiarlas de ahí sino hacerles un buen mantenimiento.
Igualmente opina que debe haber dos terminales.  El actual, que serviría para los servicios de cercanías y el grande, en La Variante, para largas distancias.  Llegó el dos de Enero de 1983 y desde entonces, se tragó de Tuluá y de sus gentes. Como en su pueblo había un café llamado Santander, así le puso a su negocio.  Casado con Elsa Patricia Gaitán Pérez, Israel o Santander como lo llamaba don Édgar es ejemplo de productividad en una ciudad donde sólo se habla de malévolos y malandrines.  Del signo Libra, Santander opina que Tuluá tiene fama nacional por ser tierra donde prosperan los que tienen espíritu de empuje.